sábado, 3 de enero de 2009

Si tú supieras, como he llorado en silencio,


Pienso que no es fácil comenzar a escribir esto que redacto, pero debo ser firme y se que lo voy a lograr ahora que tengo el valor. Ahora sí me voy a animar, me dirás que no es posible, y hasta dirás que no es justo, mas yo te digo ahora ¿qué es lo justo para ti?, si durante tantos años esperé calladamente que tuvieses el valor de enfrentar la situación, ¡Ay!, si tú supieras, como he llorado en silencio, ahora ya estoy bien, me cansé de llorar de esperar, ya no quiero el cansancio del día. Voy a dejar de lado el temor y esta angustia, te dejo, me alejo de tu vida para siempre, ya no quiero seguir lastimando mi corazón con una esperanza vana que jamás ha de llegar. Fui yo la que irrumpió en tu tediosa vida, te alegré con mis locuras y con cada travesura, cuando escribí algún verso que me inspiraba tu amor, y un ramo de rosas coronó mi inspiración. Pero, no es eso lo que yo quiero. Quería sentir en mi cara el rocío de la mañana y que sea tu calor el que me aleje del frío. Ahora, antes de irme, te digo que un amor como el mío jamás podrás encontrar, y saberte cerca era todo lo que necesitaba, cuídate por favor, recuerda que si te lastiman a mi me lastimarán, y si sufres también yo sufriré, pero si te aman aunque eso en mi me cause un inmenso dolor, me alegraré por ti porque en mi corazón se mantiene el amor que aún llevo en mí.