
Escribiré el inicio de este aún largo y hermoso camino, y digo largo porque he vivido las mejores experiencias, cabalgue en el lomo de la tristeza y pase de ella a las alegrías, fueron mezclas en el mundo de los sueños y de ellos conmemoramos el grandioso episodio de hacer fuente de vida. En solemne paso lento seguiré avanzando, en este jardín de emociones que tú me mostraste, es en él donde mi amor se sigue consolidando y es en él donde día tras día de tu dulzura angelical sigo hechizada. Es en mis primeros meses que comencé a sentir que formabas parte de mi vida y que sin ti no se podía formar mi todo, comenzaba a necesitarte, a extrañarte, a pedirle a Dios por ti; era la primera vez que sentía tantas cosas juntas muy distintas en mí, y es entonces que di respuesta al ¡por qué! sentía estas extrañas, pero bonitas sensaciones en mi interior; y la voz de mi corazón me susurró que estaba enamorada, poco a poco me fui metiendo en tu vida y sin darme cuenta cupido lanzó su flecha y en mi despertó la ilusión. Pero ya vez como es de curioso el gran destino que hizo que se pasaran esos años volando. Fueron lindos maravillosos momentos, de aquella sonrisa la cual quedo dormida en mi, llegue a sonrojarme por el simple hecho de que era la primera vez que alguien me hacia sentir emociones profundas ¡fue fantástico!, pues era magia de un sublime y delicioso sentir. Lo tierno de una mirada y tu encanto, hechizaron mi mundo, éste mi mundo se entregó por completo a ti y hoy se encuentra sumamente engalanada, pues tus pasos divinos y tu pureza tejieron en mi alma este lindo sentimiento llamado amor, mil gracias por hacérmelo conocer y mil gracias por hacérmelo sentir. Siempre te llevare en mi corazón.