lunes, 6 de octubre de 2008

Juro que nada ni nadie te arrancará de mí

Lo que plasmo hoy, quede como un juramento, frente al hombre y frente a Todo poderoso. Juro que nadie absolutamente nadie te arrancará de mis pensamientos; ni de mi corazón. El sol dejará de sonreírle, a una tarde de ardiente verano. Las flores dejarán de brotar en primavera y no darán su acostumbrado perfume, en los jardines y en los campos. Tal vez el océano pierda su azul verdor, al observarlo a la distancia, pero yo jamás te sacaré de mis pensamientos. Y te pasearás triunfante en mi memoria. Nada hará cambiar mi forma de amarte. Quizá nunca toques mis manos, ni acaricies mis cabellos pero ten la confianza que ya percibí la sensación de tus manos sobre mi rostro sobre mis cabellos. Te amaré hasta el Ultimo día de mi existencia, y si hay vida mas allá de la muerte, te seguiré amando mi amor, lloraré por que todo esto se resumió en una simple quimera, pero juro que te amare por el resto de mi existir. Permaneceré siempre a tu lado. Estaré en tus noches tristes, en el susurro del viento por las tardes, cuando creas que la noche ha llegado y todo sea oscuro par ti, estaré en una estrella, alumbrando tu destino para que puedas seguir tu camino. Clamaré a Dios para que seas feliz, aunque no sea a mi lado y cuando al final hayas encontrado con quien compartir tu vida, me retiraré en forma silenciosa. Y cuando de vez en cuando quieras recordarme, me encontrarás en el rocío suave de una rosa, o en una gota de lluvia, ahí me tendrás.

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