sábado, 6 de febrero de 2010

¿Quién iba a pensar que le iba a querer tanto?


¿Quién iba a pensar que le iba a querer tanto? Pues confieso de que me enamoré. No sé, fue raro, desde que lo conocí me pude dar cuenta que era diferente a los demás. Lo vi atento sincero, claro y lindo, pues si es raro en un hombre de hoy en día. Pero el tiempo pasó y un principio sentí que sería algo pasajero, pero después comencé a tratarlo y me encariñe, me enamoré más, y más hasta llegar a un punto en el que mis amigas argumentaban de que estaba loca. Después creo que comencé a cometer ciertos errores. Tanto así que lo que decía no concordaba con lo que hacía y siento que hubo confusión en él, intenté explicarle de mil maneras pero como siempre nunca me creyó, ya que lo que decía no era lo que demostraba. Quiero que sepa que él está siempre en mi corazón porque no puedo evitar que salga de mí. Que a veces cuando creo, imagino o alucino hablar con él, siento como si mi corazón se saliera de control. Y un día me gustaría pedirle perdón por todo el daño que le hice, pero me gustaría que sepas que yo a pesar de todo lo amare por el resto de mi existencia, como el primer día, lo veo imposible sacarlo de mi corazón y de mi mente, porque él es lo más bueno que me pasó en toda mi triste vida. Lo quise, lo quiero, y lo querré, permanecerá por el resto de mi vida dentro de mi corazón. Trato de redactar esto para que quede plasmado aquí en este mi lugar silencioso e invisible, aunque es una lástima que tu nunca te enteres de todo esto porque comprendo que eres un imposible. Por eso, me interrogo lo siguiente ¿tiene que ser siempre que de lo imposible surja la inspiración más bella?
Para mi dulce amor imposible.