
Cuando el silencio declama su poema de soledad, lo interrumpe el sabio recuerdo, quien a mi imaginación da alas para en su cielo volar, topándose con nubes de alegría y de repente al alma mía un rayo de decepción hiera la fantasía, iniciándose así el vuelo de mi inspiración; evocando momentos inolvidables, momentos ah! Que ni el tiempo olvidaría. Pero ¿Cómo olvidar tu sonrisa? si era esa quien a la mía hacia aparecer con su brillo y alegría.
Mientras mis recuerdos recorrían caminos de ilusión, la realidad abordaba un camión de decepción. Súbitamente mis recuerdos son atropellados por la realidad, haciéndome brotar un suspiro que con amabilidad susurro al oído de mi razón diciendo: aunque este recuerdo me mate. Prefiero morir recordándolo que morir sin estar amándolo.
Mientras mis recuerdos recorrían caminos de ilusión, la realidad abordaba un camión de decepción. Súbitamente mis recuerdos son atropellados por la realidad, haciéndome brotar un suspiro que con amabilidad susurro al oído de mi razón diciendo: aunque este recuerdo me mate. Prefiero morir recordándolo que morir sin estar amándolo.